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Acompañando a los padres con hijos adolescentes
Tu hijo adolescente no quiere mas sermones
Familia

Tu hijo adolescente no quiere mas sermones

Tu hijo adolescente no quiere mas sermones

Lee las siguientes frases y dime, ¿qué recuerdos te llegan?

Pero escucha bien lo que te digo; ya te lo he repetido mil veces; pero es que nunca escuchas lo que te repito todos los días que sales; que sea la última vez; hablo y hablo y parece que estás sordo; nada mas por que lo hacen tus amigos ahí vas tu también a hacerlo; ¿a dónde crees que vas?; sólo me das a preocupaciones; parece que le estoy hablando a la pared; nunca pensé que esto me pudiera pasar a mi; todos son iguales; parece que le estoy hablando a una piedra; siempre es lo mismo; prometes y prometes y no cumples tus promesas; yo a tu edad.

Podríamos seguir cada quien agregando más frases a esta lista con los recuerdos de sus propias memorias. ¿Te recordó algo alguna de estas frases?

Es muy probable que tus padres te repitieran estas frases de una u otra forma. Recuerdas los sentimientos que te provocaba el escuchar “el rollo” que te daban tus padres. La sensación en el cuerpo. ¿No tenías ganas de que se callaran, de que se te cerrarán los oídos para no escucharlos mas? No te hubiese gustado que si querían decirte algo, que fuera lo más breve posible. Y QUE NO SE SOLTARAN HABLANDO, HABLANDO Y HABLANDO… ¡Que el rollo que te tenían que decir se acabara PRONTO!

La verdad hasta me da flojera el recordarlo. Es cuando dices, qué bueno que ya soy adulto para no escuchar esos sermones que tanto me fastidiaban. Pero te digo una cosa, si estás leyendo este artículo es porque seguramente tienes, trabajas, convives, o tienes algún vínculo con adolescentes y te interesa la relación con ellos.

Nuestros adolescentes viven ahora la misma sensación y la molestia que tu tenías cuando te daban esos sermones los adultos, en especial tus padres. Ahora las circunstancias son diferentes, pues tu eres el adulto y los adolescentes hoy en día no son iguales a los de nuestra generación. Los adolescentes son diferentes ahora ya que tienen acceso a la información de manera inmediata. Los medios de comunicación los mantienen actualizados todo el tiempo, se comunican entre sí y conocen los derechos que tienen, por eso te retan y desafían de manera constante.

¿Qué podemos hacer si queremos que a nuestros adolescentes les llegue de manera efectiva el mensaje que les queremos transmitir?

  1. Lo mas importante es que tengas la disposición de tener una comunicación efectiva con tu adolescente.
  2. Cuando estés conversando con tu adolescente deja que él hable, y ¡ESCÚCHALO! Aprovecha y observa cuál es el lenguaje no verbal que te esta expresando tu hijo, fíjate en su tono de voz, en las caras y gestos que hace y todo lo que su cuerpo te dice sin expresar una sola palabra. ¡Y por favor, no lo interrumpas!
  3. Durante el diálogo aclara las dudas que puedas tener y así valida la veracidad de la información que él te está dando.
  4. No juzgues por anticipado, ya que si haces eso, cierras y bloqueas la comunicación con ellos. ¿Recuerdas que cuando te pasaba eso en tu adolescencia preferías callar, y simplemente le decías a tus padres, ¡mejor ya no te digo nada!?
  5. Sé inteligente al hacer las preguntas, te sugiero que las hagas abiertas. Así sus respuestas serán mas largas y te dará más información.
  6. Puedes utilizar las siguientes preguntas: ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿para?, ¿dónde?, ¿qué?. Debes evitar el utilizar el ¿POR QUÉ? Si lo utilizas demasiado, lo único que ganaras será que él o ella te den pretextos ya que esta pregunta genera eso.
  7. Haz contacto visual con ellos, ya que eso les da seguridad de que les estas dando la atención que ellos necesitan.
  8. Cuando hablamos con los adolescentes tenemos que cuidar nuestro tono de voz. Esto es muy importante ya que les comunica nuestro estado de ánimo.
  9. Aunque puedes compartir con tu adolescente tus propias vivencias y errores de la tuya, sé inteligente y comparte sólo aquello que no te quite autoridad y respeto frente a él.
  10. Si te equivocas, puedes reconocer frente a tus hijos que lo hiciste. Si piensas que esto te quita autoridad, te aseguro que no. Cuando yo lo he hecho, mi hijo me dice: ¡Wow mamá!, es bueno oír que tu también te equivocas. Eso genera respeto frente a ellos.
  11. Hazle saber que siempre estarás para él cuando te necesite. Aunque se equivoque, falle o no haga lo que se esperaba de él.
  12. Ponte atento a las señales que tu hijo te pueda estar dando, obsérvalo todo el tiempo.
  13. POR FAVOR NO LES DES SERMONES A TUS HIJOS, RECUERDA COMO TE HACÍAN SENTIR A TI EN TU PROPIA ADOLESCENCIA. Recuerda que el “echarles mucho rollo” sólo logrará que se molesten y te enojen, interrumpiendo la comunicación y al final lo que buscabas decir ya no se logrará. Así que busca dar de una manera breve, concisa y precisa la información que le deseas transmitir a tu adolescente.

Recuerda que así como les enseñamos a caminar, hablar y muchas cosas más en su infancia, ahora tenemos el compromiso de enseñarles a ser personas de bien y adultos responsables y felices. Por eso, no cierres los canales de comunicación y ¡¡AHÓRRATE EL SERMÓN!!

Cecilia Zazueta

Psicóloga
Fundadora y Directora General de tuadolescente.com
Correo: cecy.zazueta@tuadolescente.com

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