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Acompañando a los padres con hijos adolescentes
Adolescencia

Pequeños adultitos estresados

Pequeños adultitos estresados

Pequeños adultitos estresados

¡No puedo con esta carga! ¡Es demasiado lo que tengo de hacer! Tiene que salirme bien esto. Tengo que ser el mejor. ¡YA NO PUEDO MÁS! Estas frases esconden detrás de sí un profundo nivel de exigencia tanto por parte de los padres, como de los adolescentes mismos.

La auto exigencia permite regularte y motivarte, pero recuerda, un adolescente no ha desarrollado la capacidad de inhibición en su vida, por lo que no puede detenerse así de fácil. Cuando se le exige, lo hace con todo y contra todo. Si tú le exiges, él tratará de lograrlo a pesar de su salud, por un mínimo de calificación o tarea. ¡Ten cuidado! aunque parezca que no le importa, esto lo conduce a un estado de tensión que le causa un estrés permanente. Muchos adolescentes terminan acelerados, preocupados, atareados, cansados y sobretodo agotados.

Con frecuencia los padres de familia me preguntan: ¿cómo puedo ayudar a que mi adolescente sea feliz? Si me piden una fórmula o una receta siempre les digo: ¡BÁJALE A TU PROPIO ESTRÉS! Revisa si lo que le exiges está al nivel de su capacidad, a su medida, o le exiges como si fuera un adulto. Acaso te comparas con él como cuando tú eras adolescente. Le dices cosas como: “A tu edad yo iba a la escuela y hacía todo eso, y más”. “Si yo sacaba diez entonces, ¿por qué no puedes hacerlo tú?”. Te tengo una noticia, tu adolescente y tú son personas totalmente distintas, con capacidades e intereses diferentes. Así que aunque tu lograste ciertas cosas, él puede tener otras habilidades diferentes a las tuyas, y debes ayudarlo a lograr desarrollar todo su potencial.

Así que lo primero es: ¡BÁJALE A TU EXIGENCIA! Es más importante tener un adolescente vivo y sano a un adolescente que lastima su cuerpo para cumplir con tus exigencias. Está bien motivarlos a que logren éxitos, pero calcula sus posibilidades. Debes exigirles a su medida, ni más ni menos, no hay fórmulas para hacerlos felices, pero sí para hacerlos infelices. La fórmula para crear un adolescente estresado es exigirle demasiado porque deseas que sea perfecto, que sea el mejor, el más disciplinado, estructurado y organizado.

Recuerda que un adolescente sano también reprueba y se equivoca, pero aprende de sus errores y se construye a sí mismo. Cuando vive con tanta exigencia cae en una compulsión, es decir, hace todo automáticamente para cumplir con la meta y se olvida de su alimentación, imagen, amigos y se convierte en un autómata. Entonces cuando menos lo espera su cuerpo protesta, se enferma y le da gastritis, alergias o acné.

El pan de cada día es:

“Convivir con adolescentes estresados, atareados, saturados, cansados física y emocionalmente. Si bien han aprendido a cumplir en todo y a luchar por las buenas calificaciones, no son felices. Sienten que tienen que ser el número uno, por ello tratan de serlo o mueren en el intento”.

El estrés en la adolescencia aunque parece una broma, es una realidad. Enferman sus cuerpos y emociones sólo por ser el número uno, el mejor. Te digo un secreto, los adolescentes más plenos, no son los número uno, son los que valoran sus aptitudes, los que no se comparan y buscan sus sueños partiendo de lo que desean lograr. Por otra parte los pequeños “adultitos estresados” son esos adolescentes que se exigen demasiado, que se olvidan de lo más importante en la adolescencia, el disfrutar su vida, los amigos, el reírse de sus fracasos y el guardar la ilusión de su futuro.

Te recomiendo que hagas un alto en el camino con tu adolescente si se está comportando como un pequeño ”adultito estresado” y que le digas: Hijo, tu eres más importante que cualquier mérito. Ningún fracaso me hará cambiar la imagen buena que tengo de ti. Siempre serás alguien valioso, no intentes ser el número uno para los demás. Mejor conviértete en la mejor versión para ti mismo y después comparte con los otros. La escuela sólo es un camino, no te desangres por las calificaciones, mejor fabrica los recuerdos que te den fuerza el día de mañana, cuando necesitarás remar contra corriente. Por lo pronto, hoy ¡VIVE!

Uziel Morales Anaya
Maestro en Psicoanálisis.
Maestro en Psicoterapia, niños y adolescentes.
Conferencista
Correo: uziel_moam@hotmail.com

 

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