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Acompañando a los padres con hijos adolescentes
Familia

Las tías de nuestros adolescentes

Las tías de nuestros adolescentes

Las tías de nuestros adolescentes

Muchos de nosotros tuvimos o tenemos tías, que por decisión propia o por circunstancias de la vida, no tuvieron hijos. En realidad somos afortunados, y también nuestros hijos, de tenerlas cerca. Generalmente son unos seres increíbles que afectan positivamente a nuestras familias. Son esas personas que están cercanas a nosotros y que disfrutan de estar con nuestros hijos sin otro motivo que el de disfrutar de su compañía y amor. Son incondicionales, amorosas, comprensivas y siempre dispuestas a ayudar desinteresadamente.

Casi siempre se unen a los planes familiares, comparten su tiempo y disfrutan de hacerles regalos a sus amados sobrinos. Se quedan con ellos cuando los padres tienen que hacer un viaje o tienen una salida, especialmente cuando nuestros hijos son pequeños.

Nosotros estamos tranquilos ya que son adultos que tienen una vida, trabajo y responsabilidades. Además les tenemos la confianza para auxiliarnos cuando uno de nuestros adolescentes se acerca ellas para contarles algún problema que les agobie. Ellas sabrán cómo ayudarlos a resolver la situación y en su momento sabrán tomar la decisión de romper el código de confidencialidad que tienen con nuestros hijos, si el problema amenaza su integridad.

Son un refugio para nuestros hijos ya que no tienen la responsabilidad de educar, llamarles la atención o presionarlos de ninguna forma. Es decir, todas esas cosas que hacemos los padres y que les desagradan a nuestros adolescentes. Ellas simplemente disfrutan de la compañía de sus sobrinos y pueden darles su amor sin tener presiones de ningún tipo. Su sola presencia es motivo para que ellos se sientan felices. Para ellas los sobrinos son prefectos tal y como son. Los acompañan y supuesto nunca olvidan los cumpleaños. Comparten con ellos sus éxitos y fracasos escolares, y recuerdan lo que es importante en su vidas. Siempre están felices cuando se encuentran en compañía de sus adorados sobrinos.

Muchas veces no les agradecemos como se merecen, a esas mujeres tan valiosas, por todo lo que hacen por nuestros hijos.

A ellas: ¡GRACIAS, MUCHAS GRACIAS!

Gracias por ser y estar siempre para nuestros hijos y nosotros mismos. También quisiera ofrecerles una disculpa, ya que podríamos herir sus sentimientos si llegamos a pensar que no es posible que una persona que no tiene hijos y que no es madre, pueda entender mejor a nuestros adolescentes que nosotros. Creo que simplemente nos cuesta mucho aceptar que a veces ellas tienen la tranquilidad mental para resolver mejor los problemas que nosotros, ya que nuestro trabajo de madres nos agobia frecuentemente y no nos permite pensar siempre con claridad. Creo que en el fondo estamos un poco celosas de ellas.

Gracias tías por existir, por estar cerca de nosotros y de nuestros hijos. Son importantes en nuestras familias. Y lo mejor es que nuestros hijos siempre las tienen en su corazón y en sus mentes. Un beso grande, saben que las amamos.

¡GRACIAS POR EXISTIR Y SER PARTE DE NUESTRAS FAMILIAS!

Cecilia Zazueta
Psicóloga
Fundadora y Directora General de tuadolescente.com
Correo: cecy.zazueta@tuadolescente.com

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