Orientación vocacional: Mi adolescente no sabe qué carrera elegir
Orientación vocacional
Recuerda la época cuando eras adolescente, estabas a punto de terminar la preparatoria y no sabías exactamente qué estudiar.
Si bien algunos de tus compañeros tenían una idea de que carrera querían cursar, otros lo hacían más bien por inercia, siguiendo la tradición familiar; estudiarían para ser abogados, médicos, etc.
Algunos tenían la fortuna de contar en su escuela con un departamento psicopedagógico, o un psicólogo que pudiera orientarlos respecto a las posibles carreras que existían en el momento. Una minoría, tenía la suerte de encontrar a algún profesional en orientación vocacional. Se elegía la licenciatura con base en lo que se mostraba en los exámenes que el profesional aplicaba. Las carreras que existían entonces, no se comparan con el amplio abanico de posibilidades que hoy existen para nuestros hijos adolescentes que están edad de escoger una licenciatura o una carrera técnica profesional.
El estudiar una carrera profesional en Latinoamérica sigue siendo un privilegio que pocos adolescentes y otras personas de diferentes edades tienen, primariamente por razones económicas. Si a eso le agregamos que en muchas ocasiones no se tiene ni la menor idea de lo que se quiere estudiar, entonces, las posibilidades de escoger una actividad en la que seamos exitosos, serán escasas.
Cuando nuestros hijos adolescentes están a punto de terminar la preparatoria, el tomar la decisión de qué carrera estudiar, resulta muy difícil, les hace falta una orientación vocacional. En algunos países existe la figura del “college” que es una etapa universitaria donde se obtienen créditos para luego cursar una carrera específica. Esto les permite tener más tiempo para madurar y poder tomar mejores decisiones respecto a qué carrera quieren cursar.
En nuestro país es frecuente que el adolescente que cursa la preparatoria, no se sienta preparado para elegir una carrera universitaria. Entonces, lo más adecuado es acudir con un profesional en orientación vocacional que aplique las pruebas pertinentes que permitan saber hacia donde están orientadas sus aptitudes, habilidades, gustos y competencias de nuestros adolescentes. Estos parámetros identifican hacia dónde dirigir sus preferencias profesionales. Las pruebas de orientación vocacional también son útiles para analizar las posibles ofertas académicas, y cuales están dentro de las posibilidades económicas de cada individuo, ya sea en instituciones públicas o privadas.
A estos exámenes se les llaman batería de pruebas o test psicométricos. Algunos de ellos, evalúan los rasgos y otros la personalidad. Se observan los rasgos (ser líder, asertivo, obsesivo) más fuertes de cada persona, es decir que características se tienen para determinado perfil, y la concordancia con la carrera con la cual parece ser afín. Existen otras pruebas que evalúan la personalidad de cada persona (si la persona es introvertida o extrovertida) y que ayudan a saber cuales son las características que se deben cubrir en el perfil de la carrera, afín a sus intereses.
Otras pruebas muy utilizadas son las que evalúan las aptitudes, que son las que nos dicen qué habilidades tenemos. Estas pueden ser numéricas, verbales, abstractas, etc. En estas evaluaciones normalmente no hay respuestas buenas o malas, salvo en contadas ocasiones. Simplemente se reflejan las preferencias, habilidades y competencias frente a un perfil que se está buscando cubrir .
Te recomiendo que el adolescente visite el lugar de trabajo de alguna persona que se dedique a la actividad que tu hijo quiere estudiar. Allí podrá escuchar de viva voz cual es la realidad del trabajo al que pretende dedicarse de manera profesional el resto de su vida. Así se podrá dar cuenta si esta carrera llena sus expectativas, y si lo hará feliz.
También es recomendable que el adolescente visite las instituciones o universidades que le ofrecen la carrera o carreras de su preferencia. Las opiniones de cualquier persona que sea una referencia en su vida son muy valiosas (maestros, amigos, familiares). Es importante determinar si el adolescente cuenta con las habilidades para desempeñarse en la carrera que quiere elegir (es difícil llegar a ser un buen médico si se desmaya cada vez que ve sangre)… De ahí la importancia de una buena orientación vocacional.
El desarrollo de competencias (habilidades) será siempre un factor clave para el éxito de su desarrollo profesional. Una actividad muy útil es pedirle al adolescente que investigue y que participe de manera cercana en el mercado laboral, de preferencia trabajando en la actividad. De esta manera podrá determinar cuanto le gusta y lo que pasa en ese entorno.
Una vez que el adolescente haya tomado la decisión sobre la carrera a estudiar, pídele que cierre los ojos y que imagine cómo será su vida después de tomar esta decisión tan importante. Recuérdale que lo más importante ¡ES QUE SIEMPRE SIGA SU PASIÓN! Recuérdale que cuando algo te apasiona, lo haces sin que te des cuenta cuanto tiempo ha pasado. Te sientes feliz trabajando bajo presión y además lo haces bien, permitiéndote así el desarrollar todo tu potencial.
Explícale que la pasión es la clave para que alguien puede ser perseverante, logre el éxito, y por supuesto que sea feliz con lo que decida hacer el resto de su vida. Una manera de superar los obstáculos es amando lo que se hace. Pero a veces ocurre que aún amando lo que hace o al estar estudiando la carrera, el adolescente puede darse cuenta que esa carrera no es lo suyo.
Se debe advertir siempre al adolescente sobre esta la posibilidad y alentarlo a que hable con franqueza si siente que se equivocó, o si siente que necesita reflexionar o replantear sus opciones. Siempre es mejor darse cuenta que uno se equivocó al inicio de una carrera que cuando ya pasó más tiempo y la frustración puede hacerse más grande. Recuerda que hay profesionales que te pueden ayudar, y mucho éxito en la vida futura de tu querido adolescente.
Cecilia Zazueta
Psicóloga
Fundadora y Directora General de tuadolescente.com
Correo: cecy.zazueta@tuadolescente.com
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