Mi niño adolescente
Mi niño adolescente
Mi niño ya creció y es casi un adulto. Pero mis ojos tardarán mucho en dejar de verlo como el niño que alguna vez fue.
Aun recuerdo cuando lo llevaba a sus clases de natación. Cuando inició no le gustaban y lo llevaba más a la fuerza, tenía sólo 3 añitos y lloraba. Un día me preguntó: ¿Por qué si te digo que no me gusta, me sigues trayendo a la natación? Tenía lágrimas en los ojos, y lo que yo le dije fue – Sabes hijo, este es un deporte que algún día te podrá salvar la vida-. No pasó mucho tiempo cuando el solo lo pudo comprobar, literalmente le salvó la vida.
Pasó el tiempo y cuando tuvo 6 años me dijo: -Quiero ser un ”Power Ranger”-, entonces le dije: -Cómo piensas que puedes serlo-, y me contestó: -Necesito aprender a moverme como ellos, ¡quiero aprender taekwondo! Pasaron los años y pasó todas las cintas hasta que llegó el día de su examen de cinta negra. Estábamos en el lugar del examen y unos minutos antes de entrar me dijo: -Sabes que mamá, no me siento preparado todavía, luego lo hago-. ¡Yo no lo podía creer¡ Cómo era posible si se había preparado durante 6 meses. Entonces mi esposo habló con él, quien con mucha seguridad le dijo: -Necesito más tiempo. En la próxima fecha que haya lo presento-. ¿Cómo si sólo tenía 10 años podía estar tan seguro? Y como lo dijo, en la siguiente fecha disponible lo presentó y aprobó. En una ceremonia muy linda le entregaron su cinta roja-negra y fuimos todos muy felices.
También pasó por el futbol y finalmente se decidió por el deporte que ahora practica y con el cual es muy feliz y exitoso. Ahora el deporte y la universidad ocupan gran parte de tiempo y su vida.
Les digo una cosa, me siento muy feliz de ver que mi niño (que ya no lo es) sea un chico sano dedicado al deporte. El deporte le ha enseñado eso y mucho más. Aprendió que cuando se establecen metas y se esfuerza, se pueden lograr grandes cosas.
Y la verdad, ¿qué madre no se siente orgullosa de sus hijos cuando los ve realizando sus sueños? Ciertamente el camino no ha sido fácil. Por supuesto han habido obstáculos y decisiones difíciles que tomar. Algunas veces las decisiones no han sido las correctas, pero ¿quién en la adolescencia no se equivocó? Lo importante es rectificar y seguir adelante.
Te amo hijo mío, me siento muy feliz que seas parte de mi vida.
Gracias por compartir tu vida con la mía.
Recuerda : ¡¡Siempre serás mi niño muy amado!!
Tu madre que te amará siempre,
Cecilia Zazueta
Psicóloga
Fundadora y Directora General de tuadolescente.com
Correo: cecy.zazueta@tuadolescente.com
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