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Acompañando a los padres con hijos adolescentes
Familia

Adolescentes, límites y espinas

 

¿Quién no cierra los ojos al percibir el aroma de una vulnerable rosa? Escuché un mito, que las rosas desarrollaron un mecanismo de defensa para sobrevivir; las arrancaban tanto que les impedía madurar en todo su esplendor, por ello tuvieron que desarrollar espinas como mecanismo de defensa para alejar a los depredadores.

Los adolescentes tienen mecanismos de defensa que son como las espinas, van creciendo hasta que se consolidan. El ser humano es único, pero vulnerable. Además habita un mundo peligroso en el cual se necesitan espinas para sobrevivir. En los adolescentes las acciones desaprobatorias de los padres, como devaluar sus opiniones y comentarios, requieren de defensas como las espinas. Ellos las levantan y las ponen cerca de ti para que te enganches con ellas, te espines, sientas el dolor, y entonces olvides la disciplina.

¿Cuáles podrían ser las defensas (espinas) de los adolescentes cuando quieres ponerles límites y que muchas veces te sacan de quicio?

  • Criticar una debilidad tuya cuando estas retomando su conducta.
  • Juzgar tus errores del pasado, saben donde herirte.
  • Chantajearte porque saben que les perdonas todo.
  • Poner cara de ternura.
  • Reclamarte porque no lo entiendes o “ porque no lo pelas”.
  • Desaprobar tu opinión porque tu creciste en otros tiempos.
  • Desafiar tus decisiones.

OJO, estas defensas (espinas) no sólo son agresivas, a veces se disfrazan de actitudes de ternura, pero cuidado, lastiman igual.

Su principal función es ENGANCHARTE, hacer que pierdas el objetivo y así EVADIR EL LÍMITE. Un aspecto fundamental en este proceso es no acercarte a tu adolescente con la cara de dictador porque vas a salir muy espinado. Las ocasiones en las cuales terminas gritándole a tu adolescente, son situaciones espinosas. ¿Cuántas veces has usados las siguientes frases?: ¡TE HE DICHO QUE NO LO HAGAS!, ¡ESTOY HARTO DE QUE SIEMPRE HAGAS LO MISMO!, ¿QUÉ TIENES EN LA CABEZA?, ¿QUÉ PARTE DEL NO, NO ENTIENDES?, ¡OTRA VEZ LO MISMO!, etc.

(No debes sentirte mal, pasa hasta en las mejores familias, todos caemos en situaciones espinosas y terminamos con dolor por ello).

Situaciones como esa indican que caíste en el truco de tu adolescente, TE ENGANCHASTE, en sus provocaciones; caíste redondito, y quedaste espinado. En ese caso sólo vas a sentirte menospreciado y quizá devaluado porque te esfuerzas en hacerle notar que debe cambiar de actitud por su propio bien. Pero lo que tu adolescente hace, es lastimarte con sus rechazos y acciones devaluadoras. Al final se convierte en un circulo vicioso. El límite no se instaura, cada vez hay más fricción, te desesperas y él se defiende como si fueras el enemigo, la relación se convierte en una lucha de poder.

Haz como los que cuidan las rosas, ellos aprendieron a tocar la flor de tal manera que no se espinan, se ponen guantes. Toma esa gran idea, ponte guantes ante sus defensas y acciones desaprobatorias. Cuando quieras hablar, o pedirle algo, llega con actitud de guante. Ve predispuesto a que se va a defender y va a tratar de engancharte con sus desaprobaciones. Debes ir preparado, y por favor, no lo tomes personal. Es una defensa necesaria ya que tu adolescente piensa que eres el enemigo, pero recuerda: NO LO ERES, ¡ERES LA AUTORIDAD! Debes promover la paz, por ello antes de hablar del tema, puedes decirle algo como: VENGO EN SON DE PAZ, BANDERA BLANCA, TE RECUERDO QUE YO NO SOY EL ENEMIGO, AL CONTRARIO ESTOY DE TU LADO. Una vez que baje la guardia, acércate, ponte a su lado y dale el mensaje de una manera tranquila, firme y serena. No es necesario que grites, tu eres la autoridad y cuando gritas pierdes el poder. Déjalo que saque sus desaprobaciones, y una vez que hayas pasado la etapa de las espinas, y hayas esquivado cada una de ellas le dices: BUENO, AHORA QUE HE ESCUCHADO LO QUE PIENSAS, QUIERO DECIRTE QUE ESTAMOS EN EL MISMO EQUIPO, SOLO QUE DEBO PEDIRTE ESTO, Y NO ES NEGOCIABLE… y procedes a instaurar el límite. Si puedes hacerlo en pareja, es mejor.

Ser madre o padre de un adolescente es un arte muy parecido al de un jardinero al cuidado de las rosas. El quitarle las espinas una rosa sería dejarla vulnerable. Lo mismo ocurre con tu adolescente, es bueno que tenga esas defensas. Las necesitará para protegerse, ya que sin sus defensas estaría en riesgo mayor. Recuerda que toda frase letal en la adolescencia termina cuando se dan cuenta que no eres el enemigo y notan que no te enganchas. Especialmente cuando sigues de pie, aun con sangre en las manos.

Seguro has escuchado la frase: “nadie siente el amor sin probar sus lágrimas y nadie recoge rosas sin tocar sus espinas”. El amor por tu adolescente implica probar sus lágrimas y tocar sus espinas, y a pesar de eso seguir firme. Al final todo se convertirá en algo sumamente hermoso y único, como una rosa en su máximo esplendor.

Sugerencias rápidas:

¡NO TE ENGANCHES, NO CAIGAS EN PROVOCACIONES, ESCUCHA, NO ERES EL ENEMIGO ERES LA AUTORIDAD Y NO NEGOCIES, AFIRMA. EL PRIMERO QUE GRITA PIERDE!

 

Uziel Morales-Amaya
Maestro en Psicoterapia, niños y adolescentes.
Conferencista.
Correo: uziel_moam@hotmail.com

This article has 4 comments

  1. norma karina rubio aleman

    Me parecen excelentes sus terapias

    • tuAdolescente

      ¡Hola Norma Karina!
      Muchas gracias por escribirnos, apreciamos mucho sus comentarios.
      Pues nosotros encantados de ofrecerte esta información, nos apasiona mucho esta labor.
      Esperamos que continúes visitando este blog, y que no te pierdas de nuestros próximos artículos.

      ¡Saludos!

  2. norma karina rubio aleman

    me parecen perfectas todas las terapias ¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!

  3. Jaela

    Me gustan los comentarios y los artículos que realizan muy buenos

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