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Acompañando a los padres con hijos adolescentes
recordado mi propia juventud
Adolescencia

Recordando mi propia adolescencia

recordado mi propia juventud

Recordando mi propia adolescencia. Cuando los hijos llegan a la etapa de la adolescencia a los padres se les complica la existencia. Sienten que ya no tienen control sobre las vidas de sus hijos. Las hormonas les generan cambios de humor, y estos cambios son como chispas que constantemente generan conflictos en la familia. Su forma de vestir, su música, sus cortes de pelo, su comportamiento, su rendimiento académico, el desorden en sus cuartos, los amigos que no apruebas, la falta de interés en las cosas trascendentales de la vida. Todas estas son situaciones que los padres no logran entender, y esto les ocasiona enojo y conflictos con ellos.

Pero te tengo una noticia a TI. Sí a Ti, querido padre de familia, maestro, entrenador, tío, abuelo y cualquier otra persona que vive, trabaja, o convive con adolescentes. ¡SORPRESA, TÚ TAMBIÉN FUISTE ADOLESCENTE!

¿Lo recuerdas? Los adultos a tu alrededor decían las mismas cosas de ti, o por lo menos muy parecidas. No quiero que te sientas mal por esto, ya que este es un proceso normal.

En la adolescencia el lóbulo prefrontal no ha terminado de madurar y esto condiciona que los adolescentes tomen riesgos innecesarios y se equivoquen muy frecuentemente. Esta inmadurez también es la responsable de que hagan un sin fin de cosas que a los adultos nos molestan de sobremanera. Con frecuencia decimos: ¿Es que no piensa? ¿Por qué hace esto? ¿Cómo se pudo arriesgar? ¡Qué le pasa! Recuerda que la madurez se adquiere de manera gradual. ¿Quién nace sabiendo todo?

Haz un flashback y recuerda cómo te querías vestir con la ropa que estaba de moda. Como tu corte favorito de pelo le molestaba a tu papá. Cómo tus amigos nunca les terminaban de gustar a tus padres. Y cómo olvidar la letanía que te tenías que escuchar cuando querías salir con tus amigos los fines de semana. Qué rollazos nos daban los papás, ¿A poco no? ¿Que si ya arreglaste tu cuarto?

¿Que si quiénes van a ir? ¿Que cómo te vas a regresar? La negociación de la hora en la cual tenías para regresar de la fiesta o reunión, y quién sabe cuantas cosas más.

También recuerda cómo tus padres te molestaban con la música que escuchabas. Como te decían que tu música era del diablo, y no faltaba el: En mis tiempos había música de verdad no estos estruendos. Cuántas veces escuchaste el: ¡Está muy alto el volumen, bájale!  Recuerda cómo además todo el tiempo tocaban en la puerta de tu cuarto.

Por la edad que tienen tus hijos me imagino que la etapa de tu adolescencia se ubicó entre finales de los años 70 a los años 90. La moda entonces era todo un tema, pantalones acampanados, pelo largo, pestañas postizas, zapatos de plataforma. En los años 80 la ropa de neón, los colores brillantes, grandes accesorios, mucho brillo, grandes peinados, maquillaje exagerado, moños en la cabeza, grandes hombreras. La moda en los inicios de los 90 era totalmente diferente a las demás. Marca el inicio de las súper modelos, exageradamente delgadas. Ropa y accesorios de marcas, zapatos de tacón de aguja, los tatuajes y los piercings comenzaron a tener su auge entre los jóvenes, solo los más atrevidos se los hacían.

Te preguntabas entonces, ¿Por qué no me dejan vivir mi adolescencia como yo lo creo conveniente, al cabo es mi vida? Te decías a ti mismo, cuántas limitaciones y reglas, yo no me meto con ellos. Yo solo quiero estar con mis amigos, disfrutar mi música y vestirme como quiero. Cómo nos daban sermones los papás… como si con sermones fuéramos a hacer las cosas mas rápido y como ellos querían.

Te suena conocido todo esto, ¿verdad? A todos nos pasó en cierta manera. Todo esto se ve tan lejano, que a veces se nos olvida.

Todo este relato es por una razón… nuestros hijos adolescentes nos recuerdan que nosotros vivimos esta etapa, aunque a veces se nos olvide. Cómo hubiésemos deseado que nuestros padres o alguna persona hubiesen entendido  por lo que estábamos pasando. Nos hubiese hecho sentir más identificados y comprendidos, lo que nos hubiese ayudado a relacionarnos y comunicarnos mejor con los adultos a nuestro alrededor.

Mi consejo para TI es:
– No te enganches con los problemas de tu adolescente.
– Plantea tus reglas y límites de manera muy clara.
– Se cercano y cordial en la relación con tu adolescentes.
– Diles a tu adolescente cuanto lo amas.

Y lo más importante: RECUERDA TÚ TAMBIÉN FUISTE ADOLESCENTE, TRATA A TU ADOLESCENTE COMO TE HUBIESE GUSTADO QUE TE TRATARAN A TI.
Cecilia Zazueta
Psicóloga
Fundadora y Directora General de tuadolescente.com
Correo: cecy.zazueta@tuadolescente.com

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This article has 1 comment

  1. teresita perez

    gracias

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