¡Mamá, por favor, no me avergüences!
Seguramente esta frase “¡Mamá, por favor, no me avergüences!” te suene conocida y probablemente en más de una ocasión alguno de tus adorables adolescentes te la dijo cuando menos la esperabas. Entonces tú te preguntaste: ¿ahora qué dije? ¿qué hice?
Sucede que en ocasiones, ciertamente a mi me pasa y probablemente a ti también, que se nos olvida que nuestros hijos ya crecieron. Muchas veces hacemos o decimos cosas que a ellos les provoca un disgusto o un mal momento, que además se magnifica cuando hay personas ajenas a la familia presentes. Los adolescentes se preocupan mucho por la opinión de los demás, sobretodo la de los amigos o la de las personas que son importantes para ellos.
¡Mamá, por favor, no me avergüences! Hay muchos ejemplos, te daré algunos para que sepas de lo que te estoy hablando:
1.- No los regañes o grites en público. No hay peor situación para una persona que la pongan en evidencia frente a los demás. Además esta situación no sólo es exclusiva de los adolescentes. Si necesitas llamarle la atención a tu hijo, hazlo en privado. Te aseguro será más receptivo que si lo hubieses hecho frente a todos.
2.- No quieras ser una madre o padre “BUENA ONDA”, vistiéndote como si fueras un adolescente de la misma edad que tus hijos. Tampoco hables con frases “cool” para querer integrarte al grupo de chavos que están con tu hijo adolescente.
Te diré una frase que usan los jóvenes: ¡los chavo-rucos se ven mal! Los Chavo-rucos son adultos que quieren prolongar la juventud vistiéndose y hablando como los jóvenes. Lo peor es que utilizan frases y moda de cuando ellos eran jóvenes mezcladas con las que utilizan los jóvenes de hoy, y se ven y escuchan ¡RIDÍCULOS!
3.- No los pongas en evidencia. Esto quiere decir que no ventiles sus problemas personales presentes y pasados. Estos incluyen calificaciones, comportamientos inadecuados, apodos, hábitos, o alguna enfermedad.
4.-No le des sermones largos y menos en público. No hay nada mas desagradable que todos los volteen a ver.
5.- No invadas su privacidad y luego le preguntes acerca de lo que estuviste revisando sin su permiso. Esto sólo lo hará enojar, lo pondrás en evidencia y se avergonzará contigo. Debemos respetar la intimidad de las personas. Si por casualidad te das cuenta de algo, debes ser inteligente y valorar si vale la pena confrontarlo por ello.
6.- Toca antes de entrar a su cuarto. Para los adolescentes y para todas las personas es muy importante no sentirse invadidos en su espacio privado e intimidad. Trata en la medida de lo posible, tocar y pedir permiso para pasar si la puerta está cerrada. Te lo agradecerá.
7.-Controla tu afecto en público. A muchos adolescentes les molesta si eres demasiado efusiva en tu demostración de amor, sobre todo si es pública. Pregúntale a tu adolescente como se siente cuando lo abrazas y lo besas, sobre todo si notas que se avergüenza.
Recuerda que alguna vez tú también fuiste adolescente y seguramente te habrías sentido mejor y más seguro de ti mismo si tus padres no te hubiesen avergonzado.
Cecilia Zazueta
Psicóloga
Fundadora y Directora General de tuadolescente.com
Correo: cecy.zazueta@tuadolescente.com
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