Los adolescentes y la rebeldía

Los adolescentes y la rebeldía

Las protestas de un hijo adolescente generan una gran preocupación entre los padres. Esos desacuerdos que se convierten en jornadas de conflicto permanente dentro del seno del hogar. Esto lastima y agota tanto a los adolescentes, como a los padres. La rebeldía es un tema importante que es preciso entender para acompañarlos en esta etapa.

La rebeldía tiene que ver con el desarrollo de la identidad y significa un proceso de cambio importante en las creencias y decisiones del adolescente. La rebeldía tiene algo positivo, significa que tu adolescente está cerca de consolidar su identidad y que se está protegiendo de lo que piensa es perjudicial para él; aunque muchas veces esto sea: los propios padres. Está a un paso de definir quién es y quien quiere ser. Si lo pensamos, ser rebelde es un proceso necesario.

Existen dos tipos de rebeldía:  rebeldía sana  y rebeldía riesgosa.

La rebeldía sana es aquella que se da cuando el adolescente tiene su rutina, actividades constantes, muestra intereses claros, tiene aspiraciones y con frecuencia lucha por sus creencias. Cuando tiene esa constancia y presenta quejas, críticas o protestas, podemos decir que es una rebeldía sana. Con ella intenta diferenciarse de las ideas de los padres que a veces pueden ser absorbentes. La tarea de diferenciarse es muy compleja y puede requerir un conflicto para lograr una identidad propia. Si notas que sigue enfocado en sus metas y trabajando para lograr sus propósitos a pesar de no estar de acuerdo, va por buen camino. A veces estos adolescentes pueden decirte que están cansados y hartos recibir tantas críticas, pero suele ser manejables.

En cambio la rebeldía riesgosa es aquella que lleva al adolescente a caer en conductas de riesgo. Se caracteriza por tener una identidad inestable que le provoca ansiedad e inseguridad. Siente una gran necesidad de desprenderse de sus padres lo antes posible. No disfruta de la escuela, y encuentra muy pocas actividades formales como fuente de gozo. La secundaria o preparatoria le estorban en su vida, y dedica mucho tiempo a pensar en la forma de valerse por sí mismo, y estudia sin motivación.

Cuando se le presenta la oportunidad de cumplir su deseo no pensará en los riesgos sino que se dejará llevar por su deseo de ser independiente, generalmente abandonando los estudios y el hogar. Todos los adolescentes tienen rasgos de rebeldía porque están rompiendo el cascarón y necesitan su espacio para diferenciarse y construir su propia identidad.

Los adolescentes que pueden caer en conductas de riesgo suelen tener alguna de las siguientes percepciones de sus padres:

• No sienten que sus padres sean protectores.
• Tienen poca credibilidad ante los padres.
• Pueden sentir violencia e intentarán ponerle fin a eso.
• Notan un doble discurso.

Normalmente actividades como el dibujo, baile, teatro, deporte y música son fuentes de desahogo y contención, abriendo un espacio psicológico para seguir creciendo y resistir sus deseos de irse del hogar. Todos los adolescentes tienen la fantasía de irse y vivir solos. Sin embargo, si cuando lo hacen es prematuro,  ponen en riesgo su integridad y sus vidas,  ya que dan un paso a la adultez antes de estar preparados.

Es completamente esperado que tu adolescente proteste por tu forma de educarlo y que exista cierta lucha de poder: Sin embargo, por más fuerte, seguro, inteligente o determinado que parezca tu adolescente; en realidad necesita tu dirección, guía y acompañamiento en sus decisiones, ya que se encuentra en un punto de ebullición emocional y puede tomar malas decisiones al calor de las emociones del momento.

Habrá gritos, y sobre todo habrá momentos en los cuales sientas que no puedes más, por eso te pido que recuerdes que la rebeldía es saludable porque representa romper el cascarón. Una advertencia, ubica bien el tipo de rebeldía que tiene tu adolescente. Si determinas que es la sana, entonces los conflictos posiblemente se estén dando porque lo estas invadiendo y no le das espacio para desarrollarse. Debes aceptar las críticas y utilizarlas para crecer tú mismo.

Si tu adolescente tiene la rebeldía riesgosa, recupera tu poder de padre y lucha por tu hijo aunque él no lo permita. Recuerda que te necesita más que nunca, y si te cuesta trabajo y estas agotado busca una terapia familiar breve. Piensa que si inviertes en la televisión, sala y comedor para la comodidad de tu familia, es irónico que no inviertas en la salud emocional de lo que más quieres. Levántate, y lucha con la ayuda que necesites, por tu adolescente y tu familia.

Uziel Morales-Amaya
Maestro en Psicoterapia, niños y adolescentes.
Conferencista.
Correo: uziel_moam@hotmail.com

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