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Acompañando a los padres con hijos adolescentes
Dejemos de gritar a nuestros hijos
Familia

Gritos ¡ya no más!

Dejemos de gritar a nuestros hijos

¡No más gritos en la familia!

Te aseguro que te ha pasado, que de repente y sin que te des cuenta, surge una situación con tu adolescente que termina en un conflicto con gritos y el enojo de ambas partes. ¿Te recuerda algo la siguiente situación?: tú tienes todo el día diciéndole a tu adolescente que arregle su cuarto, él te avisa que va a salir y te asomas a su cuarto, te das cuenta que todo está tirado y el resultados son ¡¡gritos!! Otra situación frecuente es cuando te has pasado todo el día trabajando, sientes que necesitas un poco de ayuda y le mandas un mensaje a tu adolescente pidiéndole que recoja la ropa de la tintorería, que saque la basura y que haga otros pendientes. Llegas a tu casa y abres la puerta, y lo primero que ves es la cocina tirada y a tu hijo viendo la televisión y jugando con el celular. Le preguntas si realizó tus encargos y él te dice con toda la tranquilidad del mundo: “¡Ay mamá, perdón, se me olvidó!” Sientes que ya no puedes más, pierdes el control y el resultado son ¡¡gritos!!

¿Por qué ocurre esto?

Los gritos: muchas veces los padres repetimos los mismos patrones de conducta que vivimos en nuestra propia adolescencia a pesar de pensábamos que nuestros padres eran injustos, reaccionaban exageradamente, y eran poco comprensivos. Estas son conductas muy difíciles de evitar ya que las tenemos muy arraigadas en nuestro aprendizaje de “cómo ser padres”.

¿Por qué recurrimos a los gritos?

Primero por que es un recurso que infunde “temor” cuando los adolescentes son más jóvenes. Sí logra que presten atención y que sigan nuestras órdenes, aunque con el paso del tiempo el recurso se vuelve menos efectivo. También gritamos porque “así fuimos educados y no nos pasó nada”. Nos decimos a nosotros mismos que no estamos traumados ni resentidos con nuestros padres. ¿Pero de verdad, no te molestaba que te trataran de esa manera? ¿No te hartaban los gritos?

¿Alguna vez te has preguntado cuál es el daño que les hacemos a nuestros adolescentes con los gritos? Si les gritamos de manera continua a nuestros hijos adolescentes ellos se acostumbrarán, y cuando de verdad necesitemos hacer uso de elevar el tono de la voz para llamarles la atención por alguna circunstancia, este ya no tendrá ningún efecto en ellos.

Los gritos constantes no ayudan, al contrario, en muchas ocasiones lo que provocan es que los adolescentes se vuelvan rebeldes y que su autoestima se dañe.

Algunos adolescentes se acostumbran a los gritos. Lo triste es que entonces aprenderán esta conducta y la utilizarán en contra de los demás. Recuerda que los padres somos los modelos a seguir para ellos. Los gritos dañan la relación con nuestros adolescentes, y mientras más les gritemos menos cercanía tendremos con ellos. Será entonces más difícil que sean receptivos a aceptar los valores que les ayuden a ser adultos responsables.

¿Qué podemos hacer para evitar gritarles a nuestros adolescentes?

1.- Primero debemos ser conscientes de que tenemos un problema, al reconocerlo, será más fácil hacer el cambio.

2.- Después de hacerlo consciente, debemos hablar con nuestros hijos desde el fondo de nuestro corazón y decirles que nos hemos dado cuenta de nuestra conducta ha sido equivocada. Que tenemos el firme propósito de hacer el cambio, ellos estarán siempre pendientes de que lo logremos.

3.- Debemos buscar otras alternativas para manejar nuestro propio control de impulsos.

4.- Te digo un secreto: LOS GRITOS NO FUNCIONAN, sólo hacen que todo se salga de control. Cuando gritamos evidenciamos nuestra falta de control. Sentimos que la situación está fuera de nuestras manos y nos da “miedo”.

5.- Dejar de lado los gritos cuesta trabajo, pero sí se puede. Requiere de mucha disciplina y sobre todo, de mucho amor a nuestros hijos.

6.- Debemos reconocer que el gritar es nuestro problema, y recuerda que para poder controlar la conducta existen otra alternativas con las que podemos lograrlo, pero nunca gritando.

7.- El no gritar se siente increíble, de verdad, ayuda de manera casi automática a nuestros hijos, esposo, y a todos los miembros de la familia.

8.- De seguro habrá más ventajas, y eso dependerá de cada familia, pero una cosa que sí es segura es que habrá más armonía en el hogar.

9.- Descubrirás que puedes tomar el control de la situación más fácilmente, sin tener que gritar.

10 .- Descubre tus fortalezas y ponlas en práctica, respira, cuenta hasta 10, 20, 100, el tiempo que necesites, y fluye.

Eres una madre o padre extraordinario, sólo falta que creas en ti mismo. Si fallas siempre habrá otra oportunidad, discúlpate con tus hijos, perdónate y pon tu mejor esfuerzo.

¡ÁNIMO! No es fácil, pero bien vale el esfuerzo. Recuérdalo, es por ti, por tus hijos y por tu familia.

 

Cecilia Zazueta
Psicóloga
Fundadora y Directora General de tuadolescente.com
Correo: cecy.zazueta@tuadolescente.com


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This article has 1 comment

  1. Laura

    Aja muy bonito artículo, pero estaría perfecto que lo complementarán con cómo hacer o qué hacer cuando se presentan situaciones como las que pusieron de ejemplo

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