¿Cuál, quién o cómo se es el mejor padre? Probablemente es una pregunta que nos hemos hecho todos en algún momento de nuestras vidas. Creo que la perspectiva de eso va cambiando conforme vamos creciendo y madurando, y sobre todo por la etapa de nuestras vidas por la cual estamos pasando.

Cuando eres un niño pequeño y berrinchudo, quieres que tu papá te diga que si a todo, y quieres además que te compre todo lo que quieres. Y neta, si hiciera eso, entonces sería el peor padre. Si te diera todo, nunca aprenderías el valor del trabajo para obtener lo que quieres, y así te convertirías en un ser inútil e inservible.

Muchas veces pensarás que él no tiene la razón, y a veces esto podrá ser cierto. Pero muchas otras si tendrá la razón, a pesar de que te parezca lo contrario. A veces es bueno escuchar, ya que te da una perspectiva diferente y te ayuda a tomar mejores decisiones.  Probablemente tu padre se equivocará en algunas cosas que te mande, pero también es cierto que tú eres más propenso equivocarte por tu falta de experiencia. Simplemente piensa ¿quién puede equivocarse más fácilmente, tú que estas aprendiendo, o tu padre que ya vivió la experiencia y que quiere evitarte que cometas su mismo error? A pesar de que entiendo esto, todavía me enojo mucho con mi padre cuando no está de acuerdo conmigo y a veces me manda “muy lejos”. Sin embargo, le agradezco mucho por darme su apoyo moral y financiero. Por quererme, a pesar de mis errores  y por estar siempre dispuesto a escucharme.

Para mí el mejor padre es aquel que cuida a su familia. Es el que puede mantener el balance entre el amor a su familia y su trabajo. Es aquel que sabe dar y recibir. Es el que sabe enseñar, pero también apreciar. Es el que se adapta mejor a las necesidades de cada uno de sus hijos. Cuando el hijo crece y se convierte en un gran hombre es porque detrás de él tuvo a un gran padre.

Juan Unda

Adolescente, deportista

Correo: contacto@tuadolescente.com

Comentario experto: Todos los hombres con hijos aspiramos a ser los mejores padres y este camino a menudo es difícil y lleno de obstáculos. La verdad es que no existe una fórmula mágica o un camino sencillo para alcanzar este objetivo. Lo más importante es ser auténticos, dar todo nuestro amor sin restricciones, abrazarlos, acompañarlos, y hablar con ellos constantemente. Lo difícil es establecer límites pero debemos ser firmes ya que sabemos que la razón nos acompaña. Debemos también enseñarlos a esforzarse por obtener lo que anhelan, de otra manera estarán creando a un ”inútil” en las palabras de quien escribe este artículo. Debes estar siempre dispuesto a escuchar y apoyar a tu adolescente, pero al mismo tiempo, él debe verte como una figura de autoridad y saber que no dudarás en aplicar las consecuencias cuando las reglas no se cumplan. Te deseamos éxito en esta aventura y te invitamos a que visites la página de tuadolescente.com donde encontrarás muchos artículos que sin duda te serán muy útiles.