Adolescentes y la rivalidad con los hermanos
Cuando formamos una familia y llegan los hijos, el lugar que ocupan impacta en la dinámica de la familia. ¿Cómo afecta ser el hijo mayor, el de en medio, o el más joven? ¿Cómo debemos a criar a los hijos según su orden de nacimiento y cómo son las relaciones entre ellos? ¿Cómo es la relación del hijo adolescente y la rivalidad con los hermanos?
Si como padres nos preocupamos del bienestar de nuestra familia, entonces nos preocupamos de la relación entre los diversos miembros que la conforman. Sobre todo si hay varios hermanos. Y es que los padres, sin proponérselo, van dándole un lugar en la familia a cada uno de los hijos. También se establecen prioridades según el orden del nacimiento, esto puede dar pie a que exista una problemática entre nuestro hijo adolescente y la rivalidad con los hermanos.
Habitualmente el primer hijo recibe mucha atención y paga el precio de nuestra inexperiencia. Por lo general termina siendo muy consentido.
El segundo tiene que ganarse su lugar, compite por la posición con el primer hermano. Desarrolla habilidades más fácilmente que el primero, aprende de los errores del primero y evita cometerlos también. También se beneficia de la mayor experiencia de los padres.
Cuando hay más hermanos, cada uno buscará su lugar en la familia y la competencia ocasionará conflictos entre ellos. Muchas veces los padres no saben cómo actuar cuando esto ocurre.
Sin importar la edad que tengan, aquí te doy algunas recomendaciones para evitar generar confrontaciones y que la vida sea más simple entre ustedes, tu hijo adolescente y la rivalidad con los hermanos:
– Evita las comparaciones, cada hijo tiene sus virtudes.
– Invítalos a que compartan y se ayuden. Fomenta la armonía entre ellos.
– Resalta las virtudes de cada uno. Haz que reconozcan los logros individuales de cada uno entre ellos y evita humillarlos cuando cometan errores.
– Acepta las diferencias, y trata de ser democrática(o).
– Recuerda que es normal que se enojen y demuestren su enojo por lo que haga su hermano, pero deberá estar dentro de los límites y las reglas de tu familia.
– Evita los golpes, cualquier castigo físico, y las ofensas entre ellos. Estas conductas equivocadas tienden a aumentar si no las controlas a tiempo.
– No te enfoques en el mal comportamiento, por el contrario, refuerza positivamente el deseable. Recuerda que uno de los factores que más lo estimula es la atención negativa.
Recuerda, los padres debemos tomar el control de la familia ya que somos los responsables. Debemos establecer claramente las reglas y los límites que los demás miembros de la familia deben acatar para tener una sana y feliz convivencia.
Jaime Julio Unda Gómez
Pediatra
Director Editorial de tuadolescente.com
Correo: jaime.unda@tuadolescente.com
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