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Acompañando a los padres con hijos adolescentes
Adolescencia

Los depredadores de la adolescencia

Los depredadores de la adolescencia

Los depredadores de la adolescencia

Una vez un caballito de mar reunió sus ahorros y partió a buscar fortuna. No había andado mucho cuando se encontró una anguila, que al verle le dijo: ¿oye jovencito, a dónde vas? Este le respondió, voy buscando la fortuna. Pues has tenido suerte, le dijo la anguila; si me das cuatro monedas te entregaré esta aleta y llegarás mucho antes. El caballito aceptó y le dio todas las monedas que tenía. Poco después en el camino se encontró un tiburón que le dijo ¿a dónde vas? El caballito le respondió: estoy buscando la fortuna y ahora tengo nuevas herramientas. El tiburón le dijo: mira qué suerte, si te metes por este atajo, señalando su boca abierta, llegarás muy rápido. Sin dudarlo el caballito aceptó, y se precipitó como un rayo en la boca del tiburón, sólo para ser devorado por él.

Los adolescentes enfrentan tantos problemas: embarazo adolescente, adicciones, accidentes, la deserción escolar y los enfrentamientos con los padres. Podríamos pensar que la adolescencia es una etapa que está llena de merodeadores y depredadores que sólo esperan hacer caer en la trampa a tu adolescente. Probablemente en este momento piensas que la adolescencia es la etapa de la vida que tiene más riesgos y peligros. Pero qué tal si te dijera que esos merodeadores están en un segundo plano.

Claro que existen depredadores de la adolescencia, pero no están afuera merodeando, los principales están en el interior de la mente de tu adolescente. Si alguien se convierte en presa de sí mismo, entonces puede ser presa para alguien más.

Te presentó los tres depredadores de la adolescencia:

– Búsqueda del placer e incapacidad para postergarlo.

– Conflicto con la autoridad y soberbia.

– Impulsividad e intolerancia a la frustración.

El primer depredador es la búsqueda insaciable del placer y la incapacidad para postergarlo. Los adolescentes tienen un apetito voraz por satisfacer sus sentidos; ellos quieren tocar, sentir, experimentar y devorar el mundo. Desafortunadamente cuando lo ven así, ellos mismos se convierten en sus propios depredadores.

Los riesgos del mundo van disminuyendo a medida que aprenden a autorregular la búsqueda del placer, esa “besuqueada permanente con el mundo”.

Otro depredador interno en la adolescencia es el conflicto casado con la autoridad, ellos han aprendido a esquivar muy bien. Se han vuelto expertos en evadir las reglas y leyes y piensan que lo que hacen no tendrá repercusiones. Si el adolescente pudiese darse cuenta que las decisiones que tomen en esta edad lo van a impactar el resto de su vida, probablemente se lo tomarían más en serio. El problema es esa soberbia, que les impide confiar en el adulto.

El problema de desconfiar y pelear con la autoridad, es que cuando los adolescentes están cayendo en un problema grave como el uso de drogas, no se acercan para hablar con quien verdaderamente los pueden ayudar ya que piensan que lo que van a recibir es una reprimenda y un castigo, por ello prefieren acercarse a otros que están en su misma situación. En ese momento sí pueden caer en manos de un merodeador, aquel que sólo espera usar al adolescente para sacarle provecho.

Otro depredador interno es la impulsividad y la intolerancia a la frustración. Si tu adolescente está acostumbrado a que le den todo y no se esfuerza por lo que quiere, cuando la vida le cambia el juego entra en pánico. Un evento como la muerte de uno de sus padres, un amigo o simplemente cuando un maestro se la toma personal con él, le hace sentir que su mundo se derriba. La frustración es la compañera en la vida de todos los adultos. Sabemos que convivir con ella es ley, mientras que la impulsividad en la vida son como los explosivos. Representan una carga de dinamita que derriba todo de golpe. Desafortunadamente en la adolescencia, lo que provoca es hacer las cosas sin pensarlas. Luego podrán arrepentirse, pero hay acciones que no se borran y con las cuales hay que vivir el resto de sus vidas, todo por no tolerar un poco de frustración. Se condenan a una vida llena de nuevas y más grandes frustraciones.

Estos tres depredadores en la adolescencia son internos, si no aprendemos a dominarlos, ellos nos dominarán a nosotros, y en los adolescentes son detonadores de conductas de riesgo.

Para empezar podemos hacer dos cosas, dos regalos: el primero es acercarlos a la lectura ya sea con libros o con un lector digital de libros. Los temas serán aquellos que les permitan darse cuenta su valía y que les dé la fortaleza para enfrentar los retos en esta etapa de sus vidas; y segundo es un reloj. Con el primero les daremos armas para enfrentar a sus depredadores internos. El reloj es para que mida el paso del tiempo y lo valore. Si a ambos regalos les da el verdadero significado, es el principio de una transición adecuada a la adultez. Recuerda lo que decía Freud, no se puede vencer a un enemigo si no se le tiene cerca.

 

Maestro Uziel Morales Amaya
Maestro en Psicoanálisis.
Maestro en Psicoterapia, niños y adolescentes.
Conferencista.
Correo: uziel_moam@hotmail.com

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This article has 1 comment

  1. Norma

    Excelente aportación y muy buen mensaje para nosotros los padres. De corazón mil gracias porque uno no sabe cómo actuar con los chicos.

    Saludos cordiales.

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