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Acompañando a los padres con hijos adolescentes
Arriba y Abajo, mi visión como adolescente

Adiós casa

Adiós casa

Adiós casa

Hay un viejo dicho que dice: “Nunca valoras lo que tienes hasta que lo vez perdido”. Y sonará demasiado cliché para la mayor parte de la gente, sobretodo si lo dice alguien que tiene mi edad, pero la neta es que esto si es verdad y real. ¿Qué puede ocurrir para que alguien joven se de cuenta de esto? Es simple, que un joven deje la casa de sus padres. Sé que la situación no será igual para todos, pero esta es mi experiencia.

Al principio lo mejor es decir que uno vive solo. Se aprecia sobretodo, la falta de las constantes y compulsivas órdenes de los padres, bueno en mi caso todavía me pasa esto. Hay quien pueda extrañar a alguien que le esté dando lata, pero eso no me ocurre a mí. Debo confesar que sí hay muchas veces en las cuales que sí te dan ganas de poder ver y hablar con alguien, especialmente con tus padres. Cuando vives solo debes aprender a lidiar con preocupaciones como: que no hay agua, que no hay qué comer, ¡QUE NO HAY PAPEL! Todas estas cosas que parecen ridículas, pero que son tan esenciales, y que hacen tu vida más simple y fácil.

El recordar esto me hace ponerme nostálgico, sabiendo que mis padres se ocupaban de todo para que mi vida fuera mas sencilla. Hay tantas cosas que los padres hacen por uno, inclusive cuando uno está lejos de casa, como es mi caso. Si somos honestos, cuando tú te vas de casa es mucho mas difícil para ellos. Creo que ellos siempre te verán como el niño pequeño que criaron hace no tanto tiempo. Para ti el tiempo que pasaste con ellos fue eterno ya que literalmente fue toda tu vida. Pero para ellos fue tan sólo una pequeña parte de sus vidas, y que además se fue demasiado rápido. Antes de que se dieran cuenta ya habías crecido, aunque para ellos siempre serás su nene.

Mí madre es una de esas personas dramáticas para las despedidas y mi padre trata de actuar muy macho para que no se note que le duele cada vez que me despido después de visitarlos. Pero algo que tengo que decir es que cada vez que estoy en casa no me dan ganas de irme. Las comodidades son una cosa que aprecias, pero la alegría que me da estar ahí no se compara con casi nada.

Ahora persigo un sueño que tengo desde los 4 años, y que no pienso abandonar a pesar de la nostalgia que esta separación me pueda provocar. El hecho de que sea difícil te hace apreciar mas el éxito cuando lo consigues. Eventualmente todos tenemos que pasar por esto, y nunca será fácil dejar tu casa.

Quiero que leas cuidadosamente lo que dije: tu casa, no tu hogar. Tu hogar puede ser muchos lugares, claro que la casa de tus padres puede ser tu hogar, pero para algunos significa algo diferente cuando ya no estas en ella. Mi hogar ahora es la sala de entrenamiento donde practico mi deporte, mi hogar es cuando estoy con mis mejores amigos que son ahora como familia, mi hogar es el estar sentado en mi batería tocando música que disfruto. Tu hogar es el lugar que te hace feliz y en el cual pones en práctica todas aquellas cosas que aprendiste en casa durante tu vida con tus padres. Pero a pesar de toda la satisfacción que el perseguir tu sueño te de, no hay como sentir el calor, el abrazo, y la alegría de regresar a casa.

 

Juan Unda
Estudiante, deportista.

This article has 1 comment

  1. José Arias

    Quisiera recibir información de sexualidad en la adolescencia principalmente definirse sexualmente.

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