¿Tú ya “destetaste” a tu hijo adolescente?

A lo mejor te sorprendió mucho el encabezado de este artículo, quizá pensaste: ¿De cuál fumó este colaborador ? La realidad es que vivimos en un país con una sociedad matriarcal y a algunas madres les cuesta romper ese vínculo y lazo tan poderoso que es la lactancia. Las que tuvieron el privilegio de tener a un bebé en su regazo y sintieron como fluía ese alimento a las bocas de sus bebés, establecieron un vínculo tan profundo que les cuesta mucho entender que el adolescente necesita algún día independizarse, tener aciertos y errores y aprender de ellos para luego poder funcionar en un mundo cada vez más complejo y competitivo.

Muchas madres decidieron cuando lactaban que ese bebé tendría una vida mejor que la propia. Con cada tetada también se generaron sueños y anhelos con respecto al futuro de ese pequeño ser. Quizá sea un magnífico cirujano plástico o tal vez ingeniero, una gran escritora o maestra. Cuando deseamos lo mejor para los hijos a veces caemos en el error de ser sobre protectores con ellos. Con el argumento de que no queremos que sufran lo mismo que nosotros es frecuente que intentemos compensar todo con cosas materiales. Les damos la mejor ropa, el mejor celular, el último video juego, pero no les damos lo más importante, nuestro tiempo, nuestro consejo y nuestro amor. No nos detenemos a preguntarles cómo estuvo su día, no les preguntamos si todo va bien el la escuela o si hay algo en lo que le gustaría recibir su consejo. Con el pretexto de que estamos muy ocupados para darles “lo mejor”, a veces nos olvidamos de lo “verdaderamente importante”.

Definitivamente no has destetado a tu hijo adolescente si le haces la tarea para que no se saque una mala calificación, si tiene todo el tiempo del mundo para jugar videojuegos pero no tiene 5 minutos para organizar su cuarto. Si te hace un berrinche porque no tiene el último modelo de celular y te dice que todos sus compañeros lo tienen y sales disparada a comprárselo para que no sufra. A veces las carencias nos fortalecen y se aprecian las cosas hasta que uno se da cuenta de la realidad de lo difícil que es generar ingresos, especialmente para las personas con bajo nivel escolar.

Así que trata de mantener un balance en tu relación con tu adolescente, no lo eches a perder dándole solo cosas materiales, déjalo explorar el mundo con las debidas precauciones, haz que asuma responsabilidades y trata de convivir con ellos el mayor tiempo posible.

Haz que todos los miembros de la familia apaguen sus celulares mientras comen o tienen una actividad familiar, no hay nada más triste que observar a las familias solo usando sus teléfonos en lugar de aprovechar el tiempo para verdaderamente dialogar.

No sobreprotejas a tu hijo adolescente, no le facilites todo en la vida, de otra manera no podrá funcionar cuando le toque enfrentar al mundo real. Ese vínculo tan profundo que estableciste con tu hijo adolescente nunca se irá, solo en una nueva etapa en sus vidas y aunque parezca difícil de creer si se puede disfrutar también.

Jaime Julio Unda Gómez
Pediatra
Director Editorial de tuadolescente.com
Correo: jaime.unda@tuadolescente.com

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