Revisando los valores en la familia
Los valores en la familia
El reconocimiento, el fomento y la vinculación con los valores nace en el seno de las familias. Es en nuestra casa donde comenzamos a formar a nuestros hijos adolescentes para que logren ser adultos responsables, por ello, es importante dejar claro que nuestros adolescentes son el reflejo de lo que aprenden en nuestros hogares, de los valores en la familia.
Recordemos nuestra propia infancia y adolescencia. Muchas de las conductas o creencias que tenemos ahora, las aprendimos en casa, de los valores en la familia. Con los padres o con aquellas personas cercanas a nosotros. Ahora repetimos ese patrón con nuestras propias familias. Si bien es cierto que amamos a nuestros adolescentes y que tratamos que tengan lo mejor que podemos ofrecerles como una buena escuela, vestido y alimentación, a veces se nos olvida que existen muchas cosas muy importantes que el dinero no puede comprar. Algunos ejemplos de esto son: el tiempo “de calidad” que compartimos con ellos, el amor que les hacemos sentir, los vínculos que establecemos, y nuestro propio ejemplo de vida. Por supuesto, nunca deben faltar los valores que les inculcamos y que esperamos los acompañen el resto de sus vidas.
Cada familia tiene valores que se consideran de mayor importancia y se fomentan más. Esto dependerá de los valores propios, de las circunstancias y el entorno de cada hogar. En muchas ocasiones, los valores se tendrán que adecuar a la edad de nuestros hijos y a la circunstancias presentes. Por ejemplo, si bien el valor de la solidaridad debe fomentarse toda la vida, es más fácil involucrar a los miembros cuando ocurre un desastre natural. Existen otros valores como la honestidad, que son valores que se deben inculcar en todo momento a los hijos desde que son pequeños y durante toda la vida. Si un adolescente es honesto nunca caerá en la tentación de robar para obtener las cosas materiales que tanto anhela.
¿Cómo podemos fomentar los valores en la familia? En realidad es muy fácil, simplemente hay que dejar que observen el comportamiento correcto; que aprendan de nosotros, con nuestras acciones diarias. Un ejemplo sería pedirle al oficial de tránsito que nos dé una multa y no tomar el camino fácil de darle dinero para evitarla. Si estamos en una tienda y la persona que nos está atendiendo nos da dinero de más, debemos proceder a devolvérselo repitiendo que nos está esta dando dinero de más, y cerciorándonos de que nuestros hijos se den cuenta de esta acción. Podemos discutir además, las repercusiones que tienen nuestros actos en la vida de otros, y como afectan sus vidas. Esto será un gran aprendizaje para tus hijos.
El valor de la compasión también se aprende en casa cuando se observa como los padres sirven y son solidarios con otros. El ver cómo respetamos y somos considerados con los abuelos es un gran ejemplo para los hijos aprendan el valor de la compasión. Esta lección nos podría ser muy útil si llegamos a ser adultos mayores, ya que generalmente los hijos tenderán a repetir estas conductas cuando ellos sean adultos a su vez.
Cuando los valores no están bien cimentados entre las personas, inician los conflictos entre los individuos, las familias, las comunidades, las ciudades y los países. Comienza el caos y las personas no se dan cuenta de todo lo bueno que hay en ellas. Por ello se dedican a reprochar y agredir a los demás. Debemos fomentar la conciencia y la tolerancia entre los miembros de las familias, mientras más estén desarrolladas estas cualidades, será más fácil darnos cuenta de nuestros errores para poder iniciar el camino para mejorar las cosas.
¿Como podemos saber si nuestros hijos tienen los valores que para nosotros son importantes?
- Lo primero es: sé un ejemplo, ellos observan todo y aprenden.
- Obsérvalos, fíjate en sus actitudes con ellos mismos y con los demás.
- Revisa los pequeños detalles de la vida, con los que vives, con los que creas tu presente y tu futuro.
- Recuerda la vida casi siempre te regresa lo que siembras. Si das amor, compasión, fomentas la tolerancia, la responsabilidad, el compromiso, la humildad y así todos los valores que para tu familia son importantes, entonces serás no solo un padre responsable, sino un ciudadano responsable. Recuerda que vivimos en un país en donde los valores en este momento, viven una crisis. Si tú pones tu granito de arena seguramente harás algo por tu familia y por el resto de las personas que viven a tu alrededor. También los harás por tu comunidad, por tu ciudad, por tu estado y por tu país. Serás el inicio de un cambio generacional por un mundo mejor.
Recuerda si adecuas tus creencias, tu pensamiento, tus actitudes, y si fomentas los valores en la familia se generarán cambios que afectarán tu vida de manera positiva. El practicar los valores nos ayuda a mejorar el estado anímico y la calidad de vida de la familia. Si quieres dejar huella en tus hijos y trascender en sus vidas, se un ejemplo.
Cecilia Zazueta
Psicóloga
Fundadora y Directora General de tuadolescente.com
Correo: cecy.zazueta@tuadolescente.com
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