La muerte de un amigo muy cercano para un adolescente
La muerte de un amigo. Sin duda el momento más triste de la vida al cual he tenido que sobreponerme fue la trágica muerte de uno de mis mejores amigos. Su nombre en vida fue Aban Gallardo. Aban y yo nos conocimos gracias a las competencias nacionales de esgrima. Los dos éramos practicantes de la misma arma, el florete. Aban era zurdo, lo cual era “mi especialidad”, por lo mucho que me gusta el combate con los zurdos.
Éramos bastante jóvenes y sin gran nivel o experiencia. Cada vez que competíamos en una categoría mayor, éramos eliminados rápidamente. Sin embargo siempre nos reuníamos después para hacer una auto-reflexión en las gradas. Veíamos a los grandes y aprendiamos de ellos. Recuerdo que al que más apoyábamos era a David. Mientras esperábamos platicábamos de cualquier otra cosa, música, fútbol, esgrima, mujeres, claro como si supiéramos algo de ellas. Aban y yo teníamos dos cosas en común: siempre teníamos una gorra puesta y unos audífonos para escuchar música. Aban llegó a ser uno de mis amigos más cercanos.
Ya han pasado cuatro años desde su trágico accidente. Recuerdo que había tenido una muy buena primera semana de clases, no parecía que nada pudiera arruinarla. Estaba conectado en Facebook cuando mi amigo Raúl me lo dijo. No podía creerlo, incluso lo insulté por estar jugando con algo tan serio. Ojalá hubiese sido sólo un juego. El dolor que emergía desde mi interior fue inmenso y casi incontrolable. Fue como si algo dentro de mí me estuviera consumiendo, lento y dolorosamente. Estuve triste por meses, tal vez un año.
La verdad es que nunca lo he superado y probablemente nunca lo haré, sólo he aprendido a vivir con ello, han pasado 3 años y aún puedo sentir el dolor de su partida. Aban muchos te extrañamos… yo te extraño amigo mío.
Juan Unda
Adolescente, deportista.
Correo: contacto@tuadolescente.com
La muerte de un amigo.- Comentario del experto: El duelo es una experiencia universal. Los adolescentes pueden experimentar un duelo prolongado ante la pérdida de alguien cercano, familiar o amigo, sobre todo si la partida fue abrupta y violenta. A diferencia de los niños más jóvenes ellos comprenden que la muerte representa una separación definitiva y permanente. La respuesta del adolescente ante esta pérdida puede ser muy diferente, depende de la edad del adolescente y de cómo esta muerte afecta su entorno. Algunos evitarán expresarlo en público y sin embargo llorarán en privado.
Algunos quieren regresar a sus actividades inmediatamente y buscarán muchas actividades para estar siempre ocupados, otros estarán retraídos o demandarán mucha atención.
Cualquiera que sea su reacción debemos ser pacientes con ellos y siempre estar dispuestos a escucharlos y discutir sus sentimientos y buscar ayuda profesional si presenta conductas erráticas como: sentimientos de culpa, aislamiento social, bajo desempeño escolar, problemas persistentes de conducta y sueño, promiscuidad o actividad criminal y pensamientos suicidas.