¿Cómo lograr la mejor versión de uno mismo?
Si tu adolescente tiene una baja autoestima te recomiendo que leas este artículo con él, quizá lo ayude a reflexionar y a revalorarse.
Vamos a jugar con la imaginación. Por un lado te voy a pedir que ubiques un punto en tu vida en el cual te sentías que no era importante lo que hacías, que nada te salía bien y en cual tu autoestima estaba por los suelos.
En ese momento yo te propondría que siguieras este camino:
Lo primero que debes hacer es buscar a alguien a quien te quieras parecer. También debes enfocarte en mantener la energía “a tope” y decirte constantemente que lo que haces es importante. Debes convencerte que tú puedes, que todo está en tu cabeza, y que solo necesitas cambiar tu forma de pensar.
Debes enfrentar retos y luchar por superarlos. Procura que tus proyectos sean interesantes. Quieres mostrarte fuerte y convencer a los demás de que eres una persona, diferente, alguien mejor.
Quizá en esta etapa puedas tener una decepción cuando ese compañero te vuelve a decir tu apodo, y no logras evitar que lo haga. También si vas a las fiestas con tus amigos y ellos siguen sin incluirte en las pláticas. Sientes que tus nuevos proyectos o ideas no te han acercado más a ellos. Eso probablemente te desespere y te aleje un tiempo de ellos. Hasta podrías llegar a pensar que lo mejor es acostumbrarte a vivir así.
Ahora imagina este otro escenario como si lo estuvieras viviendo:
Recuerda los momentos de éxito en tu vida como cuando ganaste el concurso de dibujo; cuando cumpliste 10 años y todos tus amigos fueron a tu fiesta de cumpleaños; cuando tu papá te felicitó por tus excelentes calificaciones. Lo cierto es que hubo momentos muy felices en tu vida, y que puedes volver a vivir estas emociones, incluso superarlas.
Lo siguiente es buscar personas que te hagan sentir bien. Escribe en un cuaderno los nombres esas personas. Te sorprenderás de quiénes son ellas, y lo increíble es que siempre han estado ahí. Al paso de los días debes intentar acercarte un poco más a ellos. Puede ser un grupo con tus mismos intereses, música, arte, literatura, un deporte o un interés similar.
Sabes que el cambio no es sencillo. Te encuentras con gente diferente y con nuevas ideas. Puede que todavía haya momentos difíciles, pero van siendo más llevaderos. Buscas nuevas formas de convivir con tus amigos. Ya no te obligas a hablar cuando están todos juntos sino que ahora escuchas y buscas hacerlo con ellos en algún otro momento y sobre otros temas que antes no tocabas.
Existen dos maneras diferentes de cambiar para sentirte mejor. La primera se basa en la motivación, es decir: querer más, buscar ser mejor. Quieres borrar la experiencia que estás viviendo porque no te satisface. La segunda, en cambio, busca entender la causa por la cual no eres feliz, y a partir de ello, identificar tus fortalezas, y cambiar. Yo te recomiendo la segunda opción. Puede que sea más lenta y que implique el esfuerzo de reconocer tu vida, tus errores y de revivir el dolor. Pero es cierto que te ayudará a reconocer lo sencillo, y a exigirte menos.
Si con ninguna de las dos opciones sientes que avanzas, o ni siquiera tienes la energía o motivación para hacer un cambio, entonces busca ayuda profesional. Hay momentos donde uno está cansado de luchar contra sí mismo y siente que necesita dejar de hacerlo. El hablar con algún experto, te puede ayudar a sentirte mejor con lo que eres, a alejarte de lo que los otros quieren que seas, y de exigirte aquello que no tiene sentido que busques más.
En la formación de los adolescentes es primordial favorecer en ellos la autoestima. Sin embargo, habría que definir con claridad este concepto para no reducir su significado a ser una simple motivación que inspira al joven a buscar aquello que quiere ser.
Si lo que se busca es que el adolescente gane seguridad y confianza, la sola motivación no garantiza el cumplimiento del objetivo. Podría ser que el movimiento sólo lo acercara a un estereotipo (como un artista, músico o actor famoso que le pareciera imitable).
Todavía mejor, más exacta y más asequible para lograr una mejor relación de la persona consigo misma, es la autoeficacia, que es la posibilidad de resolver conflictos de la vida, y la capacidad para lograr resultados.
Para facilitar el camino a la autoeficacia, es necesario conocer cómo se cuenta la historia de sí mismo; ¿qué es lo que toma de su vida? Cuando la percepción es de fracaso y poco valor, suele haber un evento que ha definido una forma de convivir que se mantiene por muchos años.
La paciencia es otra cualidad que permite valorar los pequeños logros para más adelante acercarse a ver la mejor versión de una persona. Una vez que inicia el cambio, se logra con pequeños pasos. Lo mejor es que el aprendizaje surge de una manera inesperada, lo que permite presentar esta versión mejorada.
Por último, cuando el sistema donde vive la persona, sus relaciones cercanas y sus espacios le sigan retroalimentando esta forma de interacción que perpetúe su menosprecio, habrá que moverse, conocer nuevas personas o cambiar de actividad. Se debe buscar relacionarse de una manera diferente para lograr el objetivo. Por ejemplo: si uno fija la idea de que una persona es tonta, se crea una etiqueta. A veces, de manera inesperada, se resuelve un problema al mostrar una cualidad no observada antes, como al practicar algún deporte en el cual se es genial.
En los casos en los cuales hay un estancamiento para favorecer este cambio, la ayuda profesional de algún psicoterapeuta familiar es la opción para generar nuevas estrategias para afrontar a los problemas y la búsqueda de nuevas relaciones y espacios a pesar de la intención del medio ambiente que lo rodea, de mantener el mismo comportamiento.
Germán Ríos Morfin
Terapeuta familiar
griosmorfin@gmail.com
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