Tengo un adolescente con discapacidad

Cuando llega un hijo, la familia experimenta muchos sentimientos, miedos, ilusiones y proyectos de vida. Los padres damos por sentado que nuestros hijos podrán vivir sus sueños y quizá también los nuestros. Pero cuando llega un miembro nuevo con discapacidad, todo esto cambia. Cuando nuestro hijo crece y se convierte en un adolescente con discapacidad hay muchas cosas por hacer.

Ningún padre está preparado para esto. Ya sea que la discapacidad se viva desde el nacimiento del hijo, o que por algún motivo o circunstancia, el adolescente súbitamente desarrolle alguna discapacidad. El hecho de ser padre o madre de un hijo sano requiere mucho aprendizaje y en el proceso se cometen errores y se sufre. Cuando uno se convierte en padre de un adolescente con discapacidad, esto se magnifica y se vuelve aún más complicado.

Tener un hijo adolescente con discapacidad es uno de los retos mas grandes que cualquier padre puede afrontar. El vivir la discapacidad y el aceptarla son dos cosas muy distintas. La primera transcurre en el día a día con todos los buenos y malos momentos que se viven en cada familia. La segunda es un proceso que ocurre en cada uno de los miembros de la familia. Esto no pasa simultáneamente ni de la misma manera en los diversos miembros de la familia.

En el momento en el cual se descubre que un hijo tiene una discapacidad, se vive un duelo. ¿Cómo se puede superar este duelo? Se deben vivir una serie de etapas y no existe un tiempo determinado para que el duelo desaparezca. Además del aspecto emocional, se presentan otras cuestiones que no se tenían contempladas como la carga financiera que implica una discapacidad. Frecuentemente ocurren crisis de pareja, crisis existenciales, y crisis familiares. Uno de los temores más frecuentes en la mente de los padres es el miedo a la discriminación que podrían llegar a experimentar los adolescentes con discapacidad. Es importante entender que los padres pasarán por diversas etapas que son:

El aceptar la discapacidad de un hijo en cualquier etapa de la vida, representa un reto para todos los miembros de la familia. Puede generar momentos de tensión e inestabilidad los miembros que la integran. Pero cuando la familia trabaja y tiene la disposición, se puede superar cualquier situación. Sabemos que este es un proceso difícil, mas no imposible. El amor por los hijos va más allá de cualquier obstáculo que se pueda presentar. Un hijo adolescente con discapacidad es un reto que debemos afrontar con todo nuestro amor.

¡El amor por los hijos es nuestra mejor fortaleza!  ¿Tú que no harías por tus hijos?

Cecilia Zazueta
Psicóloga
Fundadora y Directora General de tuadolescente.com
Correo: cecy.zazueta@tuadolescente.com

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