Mi hijo adolescente es diabético

Mi hijo adolescente es diabético

El día 14 de Noviembre se celebra el día mundial de la diabetes. Este es un problema cada vez más frecuente en nuestro país por la epidemia de obesidad que tenemos, aunque lo podemos controlar haciendo ejercicio y comiendo más sano. Sin embargo, existe una forma de diabetes de la niñez y adolescencia llamada diabetes tipo 1 que se presenta de manera inesperada y que representa un reto de manejo para los padres y los niños o adolescentes que la padecen. Te presentamos la experiencia de vida de una de nuestras fieles seguidoras y cómo ha impactado en su vida y en la de su familia, la enfermedad de su hijo: “Mi hijo adolescente es diabético”.

Leemos cada semana los artículos de tuadolescente.com y nos sentimos por momentos comprendidos; y otras veces desesperados ya que vivir con nuestros hijos adolescentes es todo un torbellino hormonal. No solo ellos, también nosotros mismos. A veces pensamos que simplemente ya no podemos más. Nos decimos: esto es un infierno, no soy una buena madre porque no tengo paciencia.

Nos cansamos de repetir las mismas órdenes cientos de veces en el día y nos desesperamos por la falta de obediencia y los problemas constantes de disciplina. Pero nunca pensamos en lo que pasa en aquellas familias, como la mía, en donde además de decir constantemente: levanta tu cuarto, báñate, haz la tarea y deja ese celular, etc., se agrega el: no comas esto, come esta ensalada, ¿llevas tu aparato? Mídete el azúcar con tu glucómetro, inyéctate, no comas cochinadas, etc., etc.

Además de intentar que se haga lo básico en casa y en la escuela, tienes que “lidiar” con situaciones, enfermedades o condiciones como es nuestro caso: mi hijo adolescente es diabético, diagnosticado desde los 11 años de edad.

Cómo le explicas a ese ser que amas tanto que su condición no se le va a quitar nunca. Que necesita la insulina para vivir, que no puede comerse una horrible dona azucarada y que debe cambiarla por una deliciosa barra de amaranto o unas hojas de lechuga.

Cómo le explicas que debe estar agradecido por tener esta enfermedad y no alguna otra condición o enfermedad que no pueda tratarse. ¿Cómo le convences que es igual o mejor que los demás, pero que siempre debe cargar su bolsita con sus aparatos y sus inyecciones?

El otro día lo animaba diciéndole que era un guerrero, un valiente, y que Dios guardaba las grandes batallas para sus mejores guerreros… Me volteo a ver, me torció los ojos y me dijo: mamá ¿puedes decirme algo más realista?

Quisiera aprovechar que noviembre es el mes de la concientización de la diabetes, para compartir con los lectores nuestra experiencia. Sobre cada guerrero, luchador diabético que hay por ahí. La sociedad ve personas que funcionan cada día. No se da cuenta de aquellos que necesitan cientos de inyecciones para seguir con vida. No ven las lágrimas de frustración cada vez que hay altas y bajas de azúcar.

No piensan en las noches en vela cuidando las bajas de azúcar. No perciben los pequeños hoyos en los dedos o las cicatrices en sus cuerpos. No logran ver los obstáculos que tienen que cursar cada día para estar bien. ¡Hagamos conciencia sobre la diabetes! Quiero decirte que hay muchas cosas que se pueden hacer: estar ahí, estar ahí y estar ahí.

Debes abrazar y decir: te quiero, cada día. Debes decirle: no te preocupes, esto va a pasar hoy y mañana será un mejor día. Mi hijo adolescente es diabético, pero debo AMARLO y debo ser feliz porque es mi hijo, porque puede jugar fútbol y ama hacerlo. Porque brinca, corre, se carcajea. Porque tiene amigos y VIVE… y eso lo agradezco.

Ana Cecilia Cruz Vázquez
Psicóloga
Equipo Editorial de tuadolescente.com

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