El verdadero amor en familia
El verdadero amor en familia
El amor es una emoción que trasciende el tiempo y el espacio. Reta a la razón y desafía los protocolos y las reglas, el amor simplemente se da. Es una acción que va mas allá de un sentimiento.
Al comenzar a formar nuestras familias, muchos de nosotros las idealizamos. Algo siempre presente en ellas es el amor. Pero este evoluciona conforme va pasando la vida y por la convivencia entre los padres. También se transforma conforme van llegando los hijos. Algo muy importante es que nosotros como padres, tenemos que enseñarles a nuestros hijos lo que es el amor, con acciones y palabras.
¿Cómo es? Es desinteresado, incondicional, no conoce barreras, simplemente llega, se da y no pide nada a cambio. Existen amores naturales como el amor de una madre a un hijo, o el de un bebé cuando ve a su madre.
El amor verdadero no juzga, llena de vitalidad, cura las heridas del alma, vincula personas, trasciende, perdona y enseña a los otros a perdonar y permite el dialogo. Si nosotros como padres les enseñamos a nuestros hijos este verdadero amor, les enseñamos como pueden encontrar la felicidad. Les damos las fortalezas necesarias para poder crecer independientes y seguros de ellos mismos.
¿Cuales serían los puntos importantes para educación del verdadero amor?
- La confianza tiene que estar presente y ganarse día a día. Un error y se pierde, luego cuesta mucho esfuerzo y trabajo el volver a recuperarla.
- El amor verdadero busca el bienestar de los otros, no controla ni exige.
- El amor verdadero es gentil y tiene buenos tratos, el falso es hostil, grosero, e impaciente.
- El amor verdadero es tolerante con los demás, favorece al medio ambiente y la sociedad en general.
- El amor verdadero acepta y respeta al otro. El no verdadero no lo hace y se da la vuelta.
- Es consistente y perseverante. Cuida las relaciones entre amigos, padres y los hijos dejando pasar cosas sin importancia. Puede diferenciar entre lo importante y valioso y aquello que no lo es. El amor no verdadero controla, manipula y busca cambiar a los demás.
- -El amor verdadero no es rencoroso, aprende, y sabe que a veces se pierde y otras se gana. No busca ganar siempre.
Si nosotros como padres nos preocupamos que nuestros adolescentes se encuentren sanos, que tengan una vivienda digna, que acudan a una escuela donde les enseñen a aprender lo necesario para poder trabajar. Sí los vestimos, los alimentamos entonces: ¿por que no nos preocupamos de enseñarles a AMAR?
Cecilia Zazueta
Psicóloga
Fundadora y Directora General de tuadolescente.com
Correo: cecy.zazueta@tuadolescente.com
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