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Acompañando a los padres con hijos adolescentes
limites y reglas para mi adolescente
Familia

Límites y reglas para mi adolescente

limites y reglas para mi adolescente

En esta época que nos toca vivir, los límites y reglas son casi inexistentes para muchas familias. Si acaso existen unas pocas reglas en unos cuantos hogares, estas se rompen con facilidad.

Aunque parezca increíble, una causa frecuente que genera que esto suceda es que los padres les tienen temor a los hijos, particularmente a los adolescentes. Si de una cosa estamos seguros en TUADOLESCENTE.COM es que este es uno de los problemas que los padres enfrentan muy frecuentemente, ya que es un tema solicitado recurrentemente. Lo que los padres buscan es la puerta al final del camino y la orientación que les permita lidiar mejor con sus adolescentes. A pesar del gran amor que les tenemos, cuando no hay reglas y límites claros se genera un gran desgaste en las familias. Es por ello que en esta ocasión abordaremos el tema, esperando que te ayude a mejorar la relación con tu adolescente.

En general, los padres con hijos que atraviesan esta etapa sentimos que libramos una batalla constante con ellos. Muchas veces queremos poner los límites, pero no sabemos cómo. Entonces nos hacemos las siguientes preguntas: ¿cómo?, ¿hasta cuándo?, y ¿hasta dónde? ¡Por ser una situación difícil nos da miedo enfrentarla! Pero en el fondo todos sabemos que los límites y las reglas son indispensables para educar a nuestros hijos.

¿Pero qué son los límites y reglas?

Los límites son el punto hasta donde tenemos permitido llegar en una situación determinada. Estos tienen que ser delimitados por la autoridad, que en este caso son los padres de familia o tutores. Deben establecerse de forma consistente, anticipada y clara. Mientras más claros y simples, serán más fáciles de cumplir y respetar por el adolescente. Los límites deben ir acompañados siempre de las consecuencias correspondientes, y estas se aplicarán cuando se hayan roto los límites.

Es de gran importancia que los adolescentes tengan claramente definidos cuáles son los límites que existen en sus hogares. Si no lo saben, se sentirán perdidos, con ello generando inestabilidad emocional. Si no ven a sus padres como figuras de autoridad, habrá una pérdida del respeto hacia ellos, y consecuentemente, desorden. Un ejemplo sería el siguiente: Si a un adolescente se le establece una hora de llegada después de una fiesta y llega varias horas después de lo convenido, y por evitar el conflicto se deja pasar el incidente, no aplicando las consecuencias establecidas, se falla como figura de autoridad y el adolescente piensa que las consecuencias son tecnicismos que en realidad no se cumplen.

La consistencia también es importante, y usando el mismo ejemplo, si el adolescente llega sólo 30 minutos tarde, también debe hacerse acreedor a las consecuencias previamente acordadas. La consistencia genera que el adolescente esté muy al pendiente del tiempo la próxima vez. Otro beneficio adicional sería que el adolescente aprende el concepto de puntualidad que es una debilidad cultural latinoamericana, en la cual fallamos una gran cantidad de adultos hoy en día.

Por otra parte también está el tema de la congruencia en las acciones, ya que existen padres que no lo son y aplican las consecuencias dependiendo de su estado de ánimo. Citando el ejemplo anterior: el adolescente llega tarde en varias ocasiones y no ocurre nada, pero en otra ocasión el mismo adolescente llega tarde unos minutos y el padre incongruente arma un escándalo y aplica consecuencias desproporcionadas. Esto sólo genera que el adolescente de confunda, se enoje, se frustre y se sienta como una víctima. Por ellos la consistencia y congruencia son fundamentales en esta etapa formativa para los adolescentes. Si el adolescente sabe que un padre reacciona de una manera consistente y congruente, sabrá qué consecuencias tendrán sus acciones.

Es importante mencionar que lo que funciona para una familia, no necesariamente sirve para otra. Además tendremos que ir adecuando los límites y reglas de acuerdo a la edad y el grado de madurez que nuestros adolescentes en casa vayan adquiriendo. Debemos darles más responsabilidad poco a poco sobre sus propias decisiones. Los adolescentes deben tener muy claro lo que los padres esperan de ellos, y esto ayudará a evitar la decisión de romper los límites.

¿Qué caracteriza a los límites y reglas?

  1. Deben ser claros para que los adolescentes los entiendan fácilmente.
  2. Deben adaptarse a la edad, madurez y grado de responsabilidad del adolescente.
  3. Deben ser confiables, tanto para nuestros hijos adolescentes, como nosotros los padres.
  4. Deben ofrecer seguridad, tanto a los padres como a los hijos adolescentes.
  5. Deben establecerse por anticipado a los adolescentes, para que se sepa qué se espera de ellos.

¿Cómo podemos poner límites y reglas a nuestros hijos adolescentes y evitar que los rompan?

El involucrar al adolescente en el tema de la elaboración de los límites y reglas es algo que fomenta que el adolescente conozca perfectamente lo que se espera de él, y a su vez conozca las consecuencias en caso de no acatar dichas reglas. Esta anticipación también genera una mejor actitud en el adolescente cuando se rompe una regla y se hace acreedor a una consecuencia.

Recuerden su propia adolescencia, y la resignación con la que esperaban lo que en esa época se conocía como “recibir un castigo”, y que ahora conocemos como “consecuencias”. Muy probablemente nos pasó alguna vez en esa etapa de nuestras vidas. Por ello les recomiendo que hablen, escriban, revisen y firmen de común acuerdo ambas partes, padres e hijos. Si las dos partes están de acuerdo, entonces es más probable que las cosas funcionen mejor.

Cuando hablamos de límites tenemos que tener en cuenta que existen dos tipos de ellos: los de acción y los de convicción. Los de acción nos ayudan a tomar el control de las acciones del día a día en la vida de nuestros adolescentes. Algunos ejemplos son: hacer la tarea, bañarse, recoger su cuarto, horarios de televisión y video juegos, el horario de llegada y el horario para dormir. También está contemplado lo que si está permitido y lo que no, y finalmente lo que si y no estamos dispuestos a tolerar.

Los límites de convicción se relacionan con los diferentes tipos de pensamiento, valores e ideas que les inculcamos a nuestros hijos. Estos límites son establecidos por los propios adolescentes y tienen que ver con los valores que ellos han aprendido. Estos límites se los imponen ellos mimos y las consecuencias son el sentirse culpables y arrepentidos si no cumplen con su propio código de ética y valores. Este tipo de límite se aprende con el ejemplo que se observa directamente en los hogares.

Seamos más cercanos a nuestros hijos, convivamos y platiquemos. Establezcamos lazos de comunicación abiertos y cercanos con ellos. Seamos un reflejo y un claro ejemplo de lo que les estamos pidiendo a ellos. Seamos congruentes entre lo que decimos y cómo actuamos.

Cecilia Zazueta
Psicóloga
Fundadora y Directora General de tuadolescente.com
Correo: cecy.zazueta@tuadolescente.com

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This article has 1 comment

  1. Carmen

    Excelente artículo, de lo más claro y preciso que he visto sobre este tema. Lo comparto con las mamás de los grupos de mis hijos. Muchas gracias

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