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Acompañando a los padres con hijos adolescentes
Adolescentes agradecidos con sus padres
Familia

¿Cómo enseñar a mi adolescente a ser agradecido?

Adolescentes agradecidos con sus padres

Adolescente agradecido – No hay nada que me guste más en la vida, o que me haga más feliz, que cuando mi hijo adolescente me dice: ¡Gracias mamá! Ya sea por que le di un plato de sopa, porque le ayudé a resolver un problema, o porque le dieron ganas de decirlo sin un motivo especial. Esto es algo que no lo cambio por nada, y que me hace muy feliz cada vez que lo escucho.

Algo que tengo que reconocer es que este hermoso hábito del agradecimiento que tenemos en mi familia se lo debemos a mi esposo y a la formación que él recibió. Aunque yo aprendí este hábito en mi propia casa, el fomentarlo todo el tiempo en mi hogar, ha sido muy positivo para mi familia. De esta manera valoramos y reconocemos todos los esfuerzos y las atenciones que cada uno de los miembros de la familia tienen con los otros que la integran. ¡Y es que es muy reconfortante tener un adolescente agradecido!

Cuando fomentamos este valor y lo convertimos en un hábito, la armonía del hogar fluye de una manera más fácil. Esto se debe a que ante los ojos de los demás, se reconoce el trabajo y las acciones que hacemos a lo largo de un periodo de tiempo.

La gratitud la aplicamos y la generamos cuando reconocemos a otros por la ayuda prestada.

No se trata solamente de “pagar” el favor por uno igual, sino de mostrar afecto y guardarlo en la memoria. El ser un adolescente agradecido no es solamente una forma de cortesía y el decir: ¡gracias! va mucho más allá. Las personas que son agradecidas, llevan una vida más conectada con su entorno, pues están más pendientes de lo que pasa a su alrededor.

¿Pero cómo podemos enseñarles esto a nuestros adolescentes?

La mayor parte de nuestros adolescentes están demasiado ocupados con su propio mundo, sus sentimientos y sus preocupaciones, para prestar atención a los sentimientos de los demás. Pero esto no quiere decir que no puedan aprender a hacerlo si no lo hicimos cuando estaban pequeños. Esta será una tarea en la cual tendremos que invertir tiempo, disciplina y constancia. Todos sabemos que hay 2 palabras que hacen magia y abren las puertas de muchos lugares y corazones, todos las conocemos, son: POR FAVOR Y GRACIAS. Si las enseñamos desde pequeños, será más fácil y probable que las continúen utilizando y aplicando cuando sean adolescentes.

La mejor manera para enseñarles a nuestros adolescentes a ser agradecidos es con nuestro propio ejemplo. Si lo hacemos será más fácil para ellos seguir este comportamiento en sus vidas cotidianas. Llegará el momento el cual aprenderán a dar las gracias y a reconocer en otros el esfuerzo, sin ser necesario que nosotros se los tengamos que recordar.

Los padres debemos acostumbrarnos a darle las gracias a nuestros hijos aunque estos solamente hayan cumplido con sus obligaciones; ya sea en la escuela, en casa o con algún miembro de la familia. No se pueden imaginar el efecto tan positivo que tiene en ellos, motivándolos a continuar con estas acciones. Si por ejemplo de decimos que estamos orgullos de lo organizado y limpio que está su cuarto será más fácil que lo mantenga así, que si lo confrontamos o lo hacemos sentir mal cuando este está desorganizado.

El ser agradecido nos ayuda a bajar niveles de estrés, eleva la autoestima, nos ayuda a que los demás nos aprecien más, favoreciendo el éxito escolar y luego profesional. Nadie nace sabiendo ser agradecido, es un valor que se aprende y se fomenta al practicarlo diariamente.


A continuación te damos algunas sugerencias para tener un adolescente agradecido:

1.- Platica con tu adolescente y hazle notar las cosas, situaciones y personas que están a su alrededor. Enséñale a que reconozca todas las oportunidades que la vida le da todos los días, esto le dará una perspectiva de lo afortunados que es.

2.- Agradécele a tu adolescente cuando haga algo bueno o bien hecho. No importa lo que sea, reconoce su esfuerzo. Dale el reconocimiento en la forma de un abrazo o beso y dile: ¡gracias por ser como eres, te amo!

3.- Agradece a las personas que están a tu alrededor, ya sea a tus otros hijos, o a aquellas personas que trabajan contigo o para ti. Sobre todo si tu adolescente está contigo y puede aprender de esta experiencia.

4.- Otra recomendación es dar gracias a la vida, por todas las cosas se tienen: salud, alimentos, familia, amigos, amor, etc. Haz que ellos mismos reconozcan lo afortunados que son al tener lo que tienen, ya sea por su propio esfuerzo o cualquier otra circunstancia de la vida.

5.- Que ellos mismos, con su ejemplo, les enseñen a los que están a su alrededor la gratitud, siendo amables y cálidos con las personas que estén a su alrededor. El ser generosos con los demás, los conecta y los hace mejores seres humanos.

RECUERDA:

LA GENEROSIDAD ES EL LENGUAJE QUE LOS SORDOS ENTIENDEN Y LOS CIEGOS VEN.
LA GENEROSIDAD ES LA MEJOR INVERSIÓN 

(Diane Von Furstenberg)

 

Cecilia Zazueta
Psicóloga
Fundadora y Directora General de tuadolescente.com
Correo: cecy.zazueta@tuadolescente.com

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